Plantas de té: todo lo que necesitas saber para cultivarlas en tu jardín
El té es una de las bebidas más populares y consumidas del mundo, pero ¿sabías que también puedes cultivar tus propias plantas de té en tu jardín? Así es, las plantas de té son unas especies arbustivas que pertenecen al género Camellia, y que se caracterizan por tener unas hojas verdes y brillantes, y unas flores blancas, rosas o rojas muy vistosas. Estas plantas son originarias de Asia, especialmente de China e India, donde se han cultivado desde hace miles de años para obtener sus preciadas hojas, que son las que se utilizan para preparar el té.
En este artículo, te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre las plantas de té: cómo son, qué tipos hay, cómo se cultivan, qué cuidados requieren, cómo se cosechan y procesan sus hojas, y qué beneficios tiene el consumo de té para la salud. Además, te vamos a responder a algunas preguntas frecuentes que suelen surgir sobre estas plantas tan especiales. Si te interesa el tema de la jardinería y quieres aprender más sobre las plantas de té, sigue leyendo y descubre todo lo que podemos ofrecerte.
¿Qué tipos de plantas de té existen?
Existen muchas variedades de plantas de té, pero las más importantes y conocidas son dos: la Camellia sinensis y la Camellia assamica. Estas dos especies son las que se utilizan para producir los diferentes tipos de té que existen en el mercado: el té verde, el té negro, el té blanco, el té oolong y el té pu-erh. La diferencia entre estos tipos de té radica en el grado de oxidación que sufren las hojas después de ser cosechadas. El té verde es el que menos se oxida, mientras que el té negro es el que más. El té blanco se elabora con los brotes más tiernos de la planta, el té oolong se somete a un proceso intermedio de oxidación, y el té pu-erh se fermenta durante varios años.
La Camellia sinensis es una planta originaria de China, que puede alcanzar los 5 metros de altura. Sus hojas son pequeñas, ovaladas y dentadas, y sus flores son blancas y aromáticas. Esta planta es la que se utiliza para elaborar el té verde, el té blanco y el té oolong.
La Camellia assamica es una planta originaria de India, que puede llegar a medir 15 metros de altura. Sus hojas son más grandes, lanceoladas y lisas, y sus flores son blancas o rosadas. Esta planta es la que se utiliza para elaborar el té negro y el té pu-erh.
Además de estas dos especies principales, existen otras variedades e híbridos de plantas de té, como la Camellia japonica, la Camellia sasanqua o la Camellia reticulata, que se cultivan principalmente por su valor ornamental.

¿Cómo se cultivan las plantas de té?
Las plantas de té son unas especies que requieren unas condiciones climáticas específicas para su cultivo. Necesitan un clima templado o subtropical, con una temperatura media anual entre 10 y 30 ºC, una humedad relativa alta y una precipitación abundante. También necesitan una exposición al sol moderada o parcial, ya que un exceso de luz puede quemar sus hojas.
Se pueden cultivar tanto en macetas como en el suelo, siempre que este sea rico en materia orgánica, bien drenado y ligeramente ácido (con un pH entre 5 y 6). Se recomienda abonar las plantas con compost o estiércol una vez al año, preferiblemente en primavera u otoño. También se debe regar las plantas con frecuencia, manteniendo el sustrato húmedo pero sin encharcarlo.
Necesitan podarse regularmente para mantener su forma compacta y favorecer la producción de brotes nuevos. La poda se debe realizar en invierno o a principios de primavera, eliminando las ramas secas, enfermas o dañadas, y recortando las ramas más largas. También se debe eliminar las flores que aparezcan, ya que consumen mucha energía de la planta y reducen la calidad de las hojas.
¿Cómo se cosechan y procesan las hojas de té?
La cosecha de las hojas de té se realiza normalmente a mano, seleccionando los brotes más tiernos y las dos o tres primeras hojas de cada rama. La época de cosecha varía según el tipo de té que se quiera obtener, pero generalmente se realiza entre marzo y noviembre, coincidiendo con los periodos de mayor crecimiento de la planta.
El proceso de elaboración del té consta de cuatro fases principales: el marchitado, el enrollado, la oxidación y el secado. El marchitado consiste en dejar las hojas extendidas sobre una superficie durante unas horas, para que pierdan parte de su humedad y se ablanden. El enrollado es someter las hojas a una presión mecánica o manual, para romper sus células y liberar sus jugos. La oxidación consiste en exponer las hojas al aire, para que reaccionen con el oxígeno y cambien su color y su aroma y el escado es aplicar calor a las hojas, para detener la oxidación y eliminar el exceso de humedad.
El grado y la duración de cada fase dependen del tipo de té que se quiera obtener. Por ejemplo, el té verde no se oxida, sino que se somete a un tratamiento térmico (vaporizado o tostado) después del enrollado, para inactivar las enzimas responsables de la oxidación.
- El té negro se oxida completamente, mientras que el té oolong se oxida parcialmente.
- El té blanco no se enrolla ni se oxida, sino que solo se marchita y se seca.
- El té pu-erh se somete a una fermentación posterior al secado, que puede durar desde unos meses hasta varios años.
¿Qué beneficios tiene el consumo de té para la salud?
El consumo de té tiene numerosos beneficios para la salud, gracias a su alto contenido en antioxidantes, flavonoides, cafeína y otros compuestos bioactivos. Algunos de estos beneficios son:
- Mejora la función cognitiva y previene el deterioro mental asociado al envejecimiento.
- Protege el sistema cardiovascular y reduce el riesgo de sufrir hipertensión, infarto o accidente cerebrovascular.
- Fortalece el sistema inmunológico y ayuda a combatir infecciones y enfermedades.
- Favorece la digestión y previene problemas gastrointestinales como el estreñimiento, la diarrea o la gastritis.
- Estimula el metabolismo y facilita la quema de grasas y calorías.
- Tiene efectos antiinflamatorios y analgésicos, aliviando dolores musculares, articulares o menstruales.
- Tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, previniendo infecciones bucales, cutáneas o vaginales.
- Tiene efectos relajantes y antidepresivos, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el estrés y la ansiedad.
- Previene el envejecimiento prematuro de la piel y el cabello, gracias a su acción antioxidante y protectora.
Preguntas frecuentes sobre las plantas de té
¿Qué tipo de maceta y sustrato se recomienda para las plantas de té?
Las plantas de té se pueden cultivar en macetas de barro, cerámica o plástico, siempre que tengan un buen drenaje. El tamaño de la maceta debe ser proporcional al tamaño de la planta, y se debe cambiar a una maceta mayor cuando las raíces empiecen a salir por los agujeros. El sustrato debe ser rico en materia orgánica, bien drenado y ligeramente ácido (con un pH entre 5 y 6). Se puede usar una mezcla de tierra de jardín, arena, turba y compost o estiércol.
¿Qué tipo de abono y riego necesitan las plantas de té?
Las plantas de té necesitan un abono orgánico una vez al año, preferiblemente en primavera u otoño. Se puede usar compost, estiércol, humus de lombriz o ceniza de madera. El riego debe ser frecuente, manteniendo el sustrato húmedo pero sin encharcarlo. Se debe evitar el agua muy fría o muy clorada, y regar preferiblemente por la mañana o por la tarde. En invierno se debe reducir el riego, y en verano se puede pulverizar las hojas con agua para refrescarlas.
¿Qué tipo de poda y plagas afectan a las plantas de té?
Las plantas de té necesitan una poda regular para mantener su forma compacta y favorecer la producción de brotes nuevos. La poda se debe realizar en invierno o a principios de primavera, eliminando las ramas secas, enfermas o dañadas, y recortando las ramas más largas. También se debe eliminar las flores que aparezcan, ya que consumen mucha energía de la planta y reducen la calidad de las hojas. Las plagas más comunes que pueden afectar a las plantas de té son los ácaros, los pulgones, las cochinillas y los hongos. Se pueden combatir con productos ecológicos como el jabón potásico, el aceite de neem o el bicarbonato.
Las plantas de té son unas especies muy interesantes y beneficiosas para la salud, que podemos cultivar en nuestro jardín con unos cuidados básicos. Además, podemos disfrutar de sus hojas para preparar diferentes tipos de té, que nos aportan sabor, aroma y bienestar. Si te ha gustado este artículo sobre las plantas de té, te invitamos a seguir aprendiendo sobre jardinería con nosotros. También puedes dejarnos un comentario con tu opinión o tu experiencia con estas plantas, y compartir este artículo con tus amigos.
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